martes, 21 de octubre de 2014

COMARCA DE LOS PEDROCHES NATURALEZA Y VEGETACIÓN

Debido a la vocación netamente agrícola y ganadera que históricamente ha tenido la comarca, la superficie ocupada por la vegetación natural se ha visto reducida, sobre todo si se compara con la que existe en el resto de Sierra Morena. Si no hubiera existido intervención alguna por parte del hombre, el bosque que poblaría estos parajes, sería un encinar; en el dominio de este bosque se reconocen tres tipos de vegetación, vegetación típica, lentisco y quejigo. Actualmente las formaciones que dominan nuestra comarca son las dehesas, los pastizales, el monte Mediterráneo, los bosques de galería y el olivar.En la comarca se localizan las superficies más extensas de dehesa de encina de toda la provincia de Córdoba e incluso de Europa. Su importancia radica en que proveen de los recursos imprescindibles para el mantenimiento de la nutrida cabaña ganadera.  Para la ganadería ovina las dehesas de mayor interés son aquellas cuyo pasto es un majadal dominado por las especies de alto valor pascícola: la gramínea perenne y el trébol. Precisamente aquí, en los Pedroches, es posible encontrar los majadales más extensos de toda la provincia debido a la notable cabaña ovina existente. No obstante, el majadal, por falta de una ordenación adecuada del pastoreo, se embastece, perdiendo calidad pascícola a causa de la entrada de especies poco o nada palatables para el ganado, por exceso de nitrificación.Las encinas, por su parte, presentan el problema de la falta de regeneración; esta es inherente a las dehesas debido al pastoreo y a su puesta en cultivo de forma temporal. Esta situación es más patente allí donde las dehesas se han ido transformando con el tiempo en cultivos cerealistas intensivos, con escasos y salpicados pies de este árbol como sucede en gran parte de la zona occidental.Las dehesas presentan en su mayoría un aprovechamiento múltiple ya que cuando el dosel arbóreo no es muy denso se pueden poner en cultivo de forma extensiva, dejándose una serie de años en barbecho para su utilización por el ganado. Esto explica que el paisaje vegetal esté dominado por un mosaico de dehesas cultivadas. En los barbechos se desarrolla el pastizal variable, según el sustrato y el grado de nitrificación y pastoreo.Otro tipo de vegetación relativamente extendido en la comarca son los retamales. La situación más extendida es que presenten mezclados con pastizales en terrenos desarbolados, donde el ciclo cerealista es muy largo. A menudo estos retamales son puros, constituidos exclusivamente por la retama. Las principales vías pecuarias, sobre todo las cañadas reales, se reconocen a distancia por estar frecuentemente ocupadas por retamales. En el caso de los berrocales graníticos, la retama está acompañada fundamentalmente por leguminosa y gramíneas.En los bordes del batolito, aunque también encontramos dehesas y retamales, no es esta la vegetación dominante, apareciendo nuevas comunidades vegetales. La existencia de estas diferencias en la vegetación se explican por razones de diversa índole, fundamentalmente topográfica y litológica.
Entre las citadas comunidades vegetales e estos territorios periféricos están:
• Los jarales pringosos
• Cantuesales y ahulagares
• Coscojares
• Acebuchales.
En cuanto a la vegetación riparia de toda la comarca, las comunidades más frecuentes de los principales ríos y arroyos son los tapujares, en los que se presenta frecuentemente la adelfa, y los juncales; mezclados con los tapujares es posible encontrar en ocasiones zarzales y adelfales, siendo muy puntuales las saucedas.
Son dignas de destacar las espléndidas fresnedas del río Cuzna, que llegan a formar un bosque de ribera de casi treinta kilómetros, algo insólito en la provincia.

FUENTE OFICINA COMARCAL DE TURISMO